Por supuesto no vamos a hablaros de la cantidad de horas que deben dormir los bebés. No queremos que os dé un colapso nervioso pensando que al vuestro le pasa algo malo malísimo porque sólo duerme 8 horas seguidas por la noche, y se tira todo el día reclamando vuestra atención y queriendo hacer mil cosas. A vuestro hijo no le ocurre nada, más bien es a vosotros a los que está a puntito de daros un ataque de nervios.
La rutina, algo que nos gusta tan poco, y desde que tenéis un hijo se convierte en la salvación para todo. ¿ Os acordáis de la bendita rutina de sentaros con vuestra querida pareja para ver una peli cada día? ¿o después de cenar tranquilamente navegar un rato por Internet? Pues esa ya se acabó, ahora es otra diferente pero que también será fantástica. Cuando os acostumbréis, claro.
Bueno, o no. Y ¿entonces? Pues puedes probar con música, cantarle una nana, leer un cuento…en fin, todo lo que se os ocurra.
De cualquier manera, os diré un secreto; todo pasa. Él es más inquieto, activo, como queráis llamarlo, pero llegará un momento (mágico, por otra parte) en el que dormirá 3 horas de siesta, una siestecita a media tarde y diez horas seguidas por la noche. Que síiiii tened fe, jajaja!