|
Robert Austin Fitch Photography www.robfitch.com |
Seguro que ya habéis oído hablar antes de la crianza natural, o la crianza con apego. Son dos formas diferentes de calificar una misma teoría, basada principalmente en el bienestar del niño.
Desde que mi hijo nació, hemos ido aproximándonos casi sin darnos cuenta, a la teoría del apego.
Un bebé quiere estar con sus padres, porque se siente seguro. No porque sea un tirano o le guste tener siempre a sus padres rendidos a sus pies.
Los bebés, y los niños están naturalmente unidos a sus padres, y les necesitan para crecer porque son seres sociales, y el apego forma parte normal de su desarrollo.
Un bebé recién nacido llora, porque ha pasado nueve meses en la tripa de su mamá, y de pronto se encuentra completamente sólo, y en un medio que no conoce. Ha estado protegido por el líquido amniótico, calentito y sin apenas oír ningún ruido salvo el corazón de su mamá, o las voces de papá y mamá, ¿cómo piensas que puede sentirse, de pronto, sin todo eso? Es completamente lógico que en sus primeros meses quiera estar con su mamá o su papá.
Por esta y otras muchas razones, la crianza con apego defiende la
lactancia materna prolongada en el tiempo, como aconseja la
Organización Mundial de la Salud.
Seguro que si tienes un
bebé te habrán recomendado: ¡ni se te ocurra meterlo en tu cama!
Pues bien, la
Asociación Española de Pediatría, ofrece a través de su página diversas recomendaciones, entre ellas, considera al colecho practicado de
forma segura, como una práctica beneficiosa tanto para la lactancia, como para crear un “vínculo seguro” para el bebé. Desde mi punto de vista, nadie debería perderse la maravilla que es ver cómo se despierta tu hijo. Seguro que si normalmente tienes mal humor al despertar, eso va a cambiar en un segundo 😉
La crianza con apego, busca entender el desarrollo lógico y natural de los pequeños.
Imponer acciones o comportamientos no acordes con la edad del pequeño, únicamente llevará a la frustración del niño y de los padres; por eso es tan importante tener en cuenta cada etapa psicológica y física de los pequeños, para que la vida no se convierta en una carrera de obstáculos a superar y que los llene de impotencia y de falta de autoestima.
Algo tan sencillo como permanecer al lado de tu bebé, o tu hijo, puede tener beneficios inmensos para su autoestima y normal desarrollo como persona. Y además no es nada más que disfrutar de su compañía y vivir día a día sus apasionantes descubrimientos y logros. Creo que ninguno deberíamos privarnos de eso.
Os dejo algunos enlaces por si queréis seguir leyendo acerca de esta fantástica forma de vivir la infancia de nuestros hijos,
Carlos González , como uno de los principales defensores de esta forma de educar.
Si queréis seguir hablando de
crianza natural o con
apego, podéis ir a nuestro
foro, y contarnos vuestro punto de vista. Aunque también podéis dejar un comentario aquí abajo en el blog, nos encantará saber que hay vida detrás de la pantalla ;)) y además es un tema que me apasiona, saber cómo vive cada uno el hecho de tener un
bebé ¿te animas a contarnos?
Otros artículos relacionados con los bebés recién nacidos que pueden interesarte:
Mi hija tiene 5 semanas y mi hijo 6 años y me encanta despertar y que tenerlos a mi lado sea lo primero que veo al abrir los ojos. Peeero todos juntos no cabemos; papá acaba en el sofá y el mayor sólo viene conmigo a dormir a ratitos y me da miedo que el niño me sienta lejos por su hermana ya que siempre la tengo en brazos o estoy ocupada con ella (papá trabaja y está poco en casa)… Ojalá hubiera una cama enooooorme en la que cabiéramos todos… Además aunque me encanta dormur con ellos tengo la sensación de que no siempre descanso…
Yo tengo uno, Gonzalo, y no sé si me cuesta más a mí que a él dormir sola…jajaja hace poco que intentamos que duerma en su cama solito, pero haber compartido confidencias desde bebé cuando iba a dormir…no lo cambio por nada. Un abrazo! mil gracias por comentar 😉