Este tema provoca algunas desconfianzas y discusiones, sobre qué es lo más conveniente para los niños, ¿tomar el sol o no tomarlo? ¿aplicar protector o no? Por eso hemos investigado para traeros la información más completa sobre el tema, y que todo sea más sencillo y clarificador.
En primer lugar, vamos a diferenciar los dos posibles “problemas” con los que nos encontramos.
Por una parte está el sol, su efecto dañino, y cómo podemos proteger a los más peques. Y por otra, si al aplicar un protector solar estamos poniendo sustancias químicas en la piel de los pequeños, que no son nada recomendables.
Respecto al sol:
– Proteger siempre a los bebés de la exposición directa al sol. Está bien que reciban su luz, pero eso de ponerlos para que se tuesten directamente en la cara, está completamente prohibido.
– Proteger su cabecita con un gorro o pañuelo.
– No poner protección solar en los bebés menores de 6 meses. Son demasiado pequeños, y su piel es demasiado delicada y fina, por lo que muchos de los ingredientes que contienen los protectores solares podrían causar irritación o alergias, y los productos químicos penetran más fácilmente que la piel de un adulto.
– Por tanto, si tu bebé es demasiado pequeño, olvídate de ponerlo al sol, y protégelo debajo de la sombrilla, gorrito o cualquier cosa que se te ocurra, como por ejemplo, con una muselina de bambú, ¿sabías que protegen de los rayos solares?
– Intenta no estar en la playa o piscina durante las horas de más calor, entre la una y las cinco de la tarde. Y trata de dar paseos mejor a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
Respecto a la utilización de protectores solares en los más pequeños.
– Nunca, jamás de los jamases utilices protector solar que contenga filtros químicos en los niños. La mayoría son derivados del petróleo. Como tales derivados, plantean problemas en nuestro organismo, algunas de las sustancias que contienen son cancerígenas, otras actúan como disruptores endocrinos, y otras son dañinas en otros aspectos. La piel de los bebés es extremadamente fina, y todo lo que pongamos en ella penetra con más facilidad que en una persona adulta.
– Utiliza filtros físicos o biológicos.
Los filtros físicos pueden resultar más engorrosos porque al aplicarlos puede quedar un efecto blanquecino sobre la piel, las marcas ecológicas son las únicas que garantizan la utilización de este tipo de filtros.
Los filtros biológicos los encontraremos en los protectores solares ecológicos y algunos de ellos son aceites como el de germen de trigo, sésamo, aceite de oliva o aloe vera.
– Todo esto puede parecerte muy alarmista, pero te aseguro que no lo es en absoluto. Como bien explica nuestra amiga Nina Benito en su blog, todas las sustancias incluidas en los solares son permitidas en la legislación vigente, pero numerosos estudios realizados sobre las mismas, indican que no son tan inocuos como parecen.
– Utiliza cremas mejor que pulverizadores. Aunque estos penetran mejor y son de más fácil aplicación, pueden contener más sustancias nocivas que un producto en crema.
– Aplica el producto, al menos 20 minutos antes de salir de casa, y repite la aplicación cada 2 horas.
Todos nuestros protectores solares son completamente saludables para los peques, no contienen parabenos ni PEG, ni óxido de zinc ni sales de aluminio. Sin nanopartículas, y su formulación es resistente al agua. Te invitamos a que eches un vistazo en nuestra web.