Higiene del bebé.

Al principio, cuando tu bebé nace, todo lo que antes era algo normal, como por arte de magia, se vuelve complicado. Es tal el aluvión de opiniones, ideas, opciones…que algo tan simple como es la higiene, lavar al bebé, cortarle las uñitas, limpiarle los oídos, se convierte en un momento estresante y lleno de dudas.
No le des más vueltas, no vas a hacer daño a tu hijo cuando le asees, seguro que pones todo el cuidado del mundo, y nadie lo hará mejor que tú.

¿La mejor hora? Siempre recomiendan que sea por la noche antes de dormir, porque a algunos bebés les relaja. Pero puede que tu hijo no sea de esos, y entonces la hora del baño se convierte en un momento fantástico de juego, y nada de relajación.Pues nada, báñalo cuando os parezca mejor.
No hay nada grave, tampoco existen normas obligadas.

 

 

¿Antes de cenar o después? Intenta que haya pasado por lo menos una hora desde que el peque comió, para evitar cortes de digestión. Por lo demás hazlo cuando mejor os parezca.

El baño de un bebé no tiene porqué incluir sustancias muy jabonosas, porque realmente están limpios. No necesitas productos agresivos, ni con fuertes perfumes. Trata de bañar al peque con geles sin tóxicos ni parabenos, y desconfía de los productos para bebés con aromas muy marcados.
Todo este tipo de productos lo que harán es que la piel de tu bebé se vuelva más sensible y reactiva.
¿Lo baño todos los días? Es otra pregunta que nos trae de cabeza, pero que realmente no tiene importancia. Si crees que debes bañar a tu hijo todos los días, hazlo. Y si piensas lo contrario, hazlo también.

Nuestro punto de vista es que no es necesario bañar todos los días a un bebé. Estar en contacto con el agua tan a menudo, podría dañar su piel. Puedes asearlo, evita siempre que puedas las toallitas desechables, ya que son bastante agresivas con la piel de los peques por todas las sustancias que contienen.

Y vosotros, ¿vivís este momento relajadamente o lleno de dudas?