Desde los dos años, o incluso un poco antes, los peques comienzan a desarrollar a máximo su imaginación, lo que provoca el comienzo de los diferentes miedos, entre ellos, el miedo a la oscuridad. Es uno de los temores completamente predecibles y completamente normales dentro del desarrollo infantil.
El miedo no es más que una reacción de defensa de nuestro organismo para huir de situaciones potencialmente peligrosas. Y vas a ver manifestado ese miedo en la aparición de pesadillas y temores nocturnos.
En la oscuridad es mucho más fácil dejar volar la imaginación, creer que hay alguien en el armario o ese monstruo que han visto hace poco en la tele, puede estar perfectamente debajo de su cama, o entre las cortinas.
Además, en la oscuridad no existen referencias visuales, así que los niños van a sentirse mucho más inseguros y desprotegidos.
Y ¿qué hacemos para que superen ese miedo?
No hay que exagerar, habla de su miedo con normalidad, y tampoco le avergüences. Todos sentimos miedo en algún momento y no pasa nada. Es muy importante hablar con el niño, y no minimizar ni ridiculizar su temor.
No veais películas o imágenes en televisión que puedan provocar ese miedo. No incentives su imaginación con este tipo de programas.
No apagues la luz por completo, y así cuando se despierte no se sentirá tan desorientado.
Si enciendes la luz en el momento en que esté más asustado, no harás más que aumentar el problema, ya que dejarás bien claro que la oscuridad es lo que le hace llorar y la luz es la solución.
Juega con el peque al escondite, juegos de sombras, incluso ver dibujos “como si estuvierais en el cine” o buscar tesoros en semipenumbra, para que se acostumbre y comience a ver la oscuridad como algo normal.
¿Vuestros peques tienen miedo a la oscuridad? ¿hacéis algo especial y que os dé un buen resultado?