Puedes hacerlo poco a poco, conviértelo en un momento especial, todos los días a la misma hora, por ejemplo, al salir del baño. Cuando se dé cuenta de que todo está preparado para ese momento irá relajándose y su humor cambiará. Esto, unido al relajante masaje le permitirá conciliar el sueño más fácilmente.
Todo será más agradable si utilizas un aceite suave, con un agradable perfume, que el pequeño identifique con ese momento tan especial. Ten mucho cuidado y calienta tus manos antes un poquito, si no, la reacción puede ser de susto. Puedes utilizar el aceite de Caléndula de Weleda o el específico para la tripita del bebé de la misma marca.
Si colocas la palma de la mano sobre su tripita, con la palma bien abierta, intentando hacer muy suavemente, movimientos circulares, aliviarás cólicos, y favorecerás su función intestinal.
También puedes flexionar muy suavemente sus piernecitas hacia la cintura, tipo ranita.
Todo ello favorecerá la circulación sanguínea y la estimulación del bebé, además de ser un fantástico ejercicio de comunicación que mejorará la relación entre papá, mamá y bebé.